El ácido hialurónico es una sustancia presente en el cuerpo de manera natural, especialmente en la piel. Entre las diferentes propiedades que tiene están la de absorber y retener el líquido, a modo de esponja, lo que aporta hidratación y volumen. Los tratamientos con este compuesto orgánico pueden mejorar el aspecto. Te explicamos los lugares en los que puede aplicarse.
¿Dónde puede aplicarse el ácido hialurónico?
La aplicación del ácido hialurónico es habitual en algunas zonas concretas del cuerpo. A modo terapéutico suele inyectarse en las articulaciones, para aprovechar su poder lubricante. Los pacientes con artritis son los que más se benefician del tratamiento.
Es en los tratamientos estéticos donde el ácido hialurónico se utiliza con mayor frecuencia. Algunas partes del rostro pueden mejorar con tratamientos que contienen esta sustancia. Estas son siete zonas en las que se emplea habitualmente.
- Rostro. Algunas cremas contienen ácido hialurónico. Una parte del tratamiento es absorbida por la piel, dando como resultado tersura y brillo. Además, contribuye a la regeneración natural de este compuesto, perdido por el paso de los años u otros factores.
- Labios. Su capacidad de aportar volumen lo convierte en un tratamiento poco invasivo para mejorar la forma de los labios dándoles un aspecto natural. Por medio de inyecciones se infiltra, mejorando la turgencia en esta parte de la boca.
- Cicatrices. Recientemente se está empleando esta sustancia para reducir cicatrices. El ácido hialurónico acelera la regeneración cutánea y aporta volumen, rellenando el surco de la cicatriz.
- Nariz. Aunque muchos cambios estéticos en la nariz requieren de cirugía, pero también hay otros menores que pueden solucionarse con la infiltración de ácido hialurónico. Por ejemplo, la nariz puntiaguda o las fosas nasales demasiado abiertas.
- Pómulos. Gracias a la capacidad para dar volumen que tiene, esta sustancia es muy utilizada en intervenciones para redondear los pómulos. Los cambios son perceptibles desde la primera inyección.
- Ojeras. Las ojeras también se pueden rectificar con este ácido. La piel de la zona se vuelve tersa y se llena de brillo.
- Arrugas. Por su capacidad para estirar la piel el ácido hialurónico es perfecto para desdibujar las arrugas del rostro. Se pueden combatir las patas de gallo, los surcos nasogenianos, las arrugas en la frente y las imperfecciones en el entrecejo.
¿Cómo aplicar el ácido hialurónico?
Como te explicábamos, el compuesto está presente en algunas cremas. Puedes utilizarlas con moderación, siguiendo siempre las instrucciones del envase. Aunque se trata de un producto natural y poco agresivo, tampoco se debe abusar.
En el caso de las inyecciones, tan solo pueden ser administradas por profesionales. Es muy importante que elijas un centro con un equipo serio y responsable, como el de Clínica Manzanares. Pídenos una cita y te explicaremos con más detalle cómo mejorar tu rostro con el ácido hialurónico.