Los hilos tensores se han popularizado en los últimos años. Sin embargo, como ocurre con cualquier procedimiento estético, un mal uso de esta técnica puede provocar resultados negativos, como el desplazamiento o mal posicionamiento de los hilos, lo que acaba generando complicaciones.
¿Qué son los hilos tensores?
Los hilos tensores son una técnica estética utilizada para tensar la piel y mejorar la apariencia del rostro o el cuerpo. Se trata de hilos muy finos, generalmente de polidioxanona (PDO), que se insertan en la piel mediante una aguja para estimular la producción de colágeno y, al mismo tiempo, tensar la zona tratada. El objetivo es lograr un efecto lifting sin necesidad de cirugía.
Sin embargo, cuando estos hilos no se colocan correctamente, pueden generar efectos secundarios que afectan tanto la estética como el bienestar de la persona.
¿Cuáles son los síntomas de los hilos tensores mal puestos?
Uno de los efectos más comunes de los hilos tensores mal puestos es la aparición de bultos o irregularidades en la piel. Estos bultos pueden ser visibles o palpables y ocurren cuando los hilos no se insertan de forma uniforme o se enredan en la dermis, creando un relieve no deseado.
Los hilos tensores deben ser colocados en una dirección específica para lograr el efecto lifting. Si no se colocan adecuadamente, los hilos pueden desplazarse, perdiendo el efecto de tensado y causando asimetría o deformidad en la zona tratada. Además, puedes experimentar dolor o molestias persistentes, incluso semanas después del tratamiento. Esto puede ocurrir debido a la presión que ejerce el hilo mal colocado sobre la piel y los tejidos subyacentes.
Aunque algunos moretones son normales tras un tratamiento con hilos tensores, si estos son excesivos o no desaparecen después de unos días, podría ser una señal de que los hilos no se han colocado correctamente, lo que ha causado una inflamación o daño en los tejidos.
En raros casos, una colocación inadecuada de los hilos puede provocar una infección en la zona tratada. Esto puede ocurrir si el hilo perfora la piel de manera incorrecta o si no se toman las precauciones adecuadas durante el procedimiento.
¿Cómo solucionar los problemas derivados de los hilos tensores mal puestos?
Si experimentas alguno de los síntomas mencionados anteriormente, es fundamental que acudas a un profesional especializado para evaluar la situación y determinar el mejor plan de acción. A continuación, te mencionamos algunas soluciones comunes para los problemas relacionados con los hilos tensores mal colocados:
- Reajuste o reposicionamiento de los hilos: en muchos casos, si los hilos no se han colocado correctamente puede ser posible reposicionarlos para mejorar el resultado.
- Eliminación de los hilos: si los hilos tensores no pueden corregirse o si causan dolor, infecciones o efectos secundarios graves, el profesional puede recomendar la eliminación de los hilos. Este procedimiento puede realizarse con una pequeña intervención quirúrgica, dependiendo de la gravedad del caso.
- Tratamientos complementarios: en algunos casos, los tratamientos complementarios, como el uso de radiofrecuencia, ultrasonido o mesoterapia, pueden ayudar a mejorar la apariencia de la piel y reducir los efectos causados por los hilos mal colocados.
- Masajes y drenaje linfático: si el problema está relacionado con bultos o irregularidades en la piel, se pueden realizar masajes suaves o drenaje linfático para ayudar a redistribuir los hilos y mejorar la circulación en la zona tratada. Sin embargo, estos procedimientos deben ser realizados por un profesional capacitado para evitar causar más daño.
Los hilos tensores son una excelente opción para quienes buscan un rejuvenecimiento facial sin cirugía, pero su colocación incorrecta puede generar complicaciones. Si experimentas síntomas como bultos, dolor o desplazamiento del hilo, es fundamental que consultes a un profesional para solucionar el problema.
