¿Cuál es el secreto de una piel radiante y qué debemos hacer para conseguirla?
Lo cierto es, que una piel radiante es el resultado de una combinación de hábitos y rutinas saludables prolongados en el tiempo.
Identifica que tipo de piel tienes
Lo primero que debemos tener en cuenta es nuestro tipo de piel normal, seca, mixta o grasa. Conociendo nuestro tipo de piel podremos conseguir los productos y los tratamientos que más se adapten a nuestro tipo de piel.
Para ello, lo más habitual es acudir a un especialista que nos ayude a identificar nuestro tipo de piel, aunque podemos encontrar signos característicos en el día a día.
Cómo cuidar nuestra piel
Una vez hayamos identificado nuestro tipo de piel, es muy importante que utilicemos productos básicos para el cuidado diario de la piel y generemos una rutina. Se recomienda repetir este procedimiento por lo menos dos veces al día para conseguir tener el hábito y obtener resultados.
Pautas básicas para cuidar nuestra piel
Establece una rutina de mañana y de noche para conseguir el hábito y además ayudar a la piel a superar el día de polución, grasa excesiva, luminosidad de pantallas o los rayos solares… Por esto último también recomendamos utilizar un buen protector solar que ayude a repeler el daño causado por los Rayos Ultravioleta UV, que suelen ser la principal causa del deterioro de la piel.
Si utilizas maquillaje recuerda quitarlo antes de acostarte para que la piel pueda respirar durante la noche y no provoque un exceso de grasa. Es importante evitar métodos como toallitas desmaquillantes, ya que son bastante agresivas para nuestro rostro.
Realiza cada cierto tiempo una Exfoliación o peeling profesional para regular el PH y eliminar células muertas de la piel. Gracias a estos tratamientos obtenemos una piel más suave, tenga en cuenta no abusar porque no ser bueno para nuestra dermis.
¿Crees que es suficiente con crear una rutina de cuidado de la piel? Para nosotros es un buen comienzo pero todavía podemos continuar realizando cosas en nuestro día a día para mejorar la calidad de nuestra tez.
La importancia de la alimentación e hidratación
Lo cierto, es que algo indispensable para conseguir esta deseada meta es cuidar nuestra alimentación.
Una dieta equilibrada y variada ayuda a mantener una piel bonita y radiante. Hay algunos alimentos que contribuyen a la mejora de la piel. Algunos de ellos los podemos integrar en nuestra dieta habitual, como por ejemplo: las bayas, aguacates, pescados ricos en Omega 3 y las nueces.
Algo fundamental y que debemos tener muy en cuenta es hidratarnos adecuadamente y beber suficiente agua es esencial para mantener la piel hidratada. Debemos consumir al menos 8 vasos de agua al día y no abusar de bebidas deshidratantes como el alcohol o las bebidas con cafeína.
El ejercicio para desintoxicar la piel
Establecer una buena rutina de ejercicio también es algo muy positivo, ya que el ejercicio aumenta la circulación de la sangre, y esto puede ayudar a nutrir la piel y mantenerla radiante. Por otro lado, el sudor que se produce durante el ejercicio puede ayudar a limpiar los poros y eliminar toxinas.
La ayuda de los tratamientos médicos para la piel
Para acabar de completar el cuidado de nuestra piel existen ciertos tratamientos que te ayudarán a restaurar la tensión de la dermis.
En nuestra clínica disponemos de una gran variedad de tratamientos para la piel. Nuestro equipo podrá asesorarte para que, con los tratamientos oportunos, puedas conseguir una piel radiante y firme.