Sin importar el tratamiento al que nos someteremos, es indispensable una consulta médica previa antes de un tratamiento.
En los tiempos que corren, al tener acceso a tanta información (y de manera tan sencilla) a través de redes sociales, tutoriales y experiencias de otras personas, consideramos que no es necesaria una consulta previa. Es crucial para que el tratamiento se haga con éxito, por lo que es muy importante una consulta médica previa antes de un tratamiento para elaborar un diagnóstico en el que el especialista evalúe al paciente individualmente.
La evaluación no tiene un periodo de tiempo exacto, con cada paciente es diferente. Es el momento idóneo para hacer preguntas, hablar acerca de las expectativas, tratamientos, posibilidades, resultados que se pretenden conseguir, tiempo en el que lo obtendremos…
Por lo que, aquí os exponemos algunas de las razones que, tanto nosotros como nuestros pacientes, consideramos más importantes en la evaluación previa:
Realizar una completa historia médica: es muy importante realizar una historia médica completa donde se evalúe el estado de salud previo del paciente y los tratamiento que lleve por su patología previa, por ejemplo, si es diabético, si tiene alguna alergia, si padece de enfermedades que pueda contraindicar el
tratamiento o debamos tomar alguna medida especial, así como una exploración y estudio de las necesidades de cada paciente enfocados sobre el tratamiento que solicita.
Este es el primer paso para realizar un diagnostico certero y estudiar las distintas opciones de tratamiento que podemos ofrecerle a cada persona, frecuencia de los tratamientos, numero de sesiones, tratamientos combinados, etc., trabajar así nos ayuda a obtener los resultados que esperamos y la satisfacción del paciente sin correr riesgos.
Consideración del tratamiento o presentación de nuevas alternativas: debemos obtener la confirmación de que el tratamiento que estamos considerando es el más idóneo para nosotros. El especialista debe evaluar si el paciente es un candidato adecuado para el tratamiento o presentar alternativas más efectivas para el resultado que deseamos obtener con cualquier intervención. En muchos casos, existen varios tratamientos para abordar el mismo problema, siendo unos más aconsejables que otros según la persona, sus hábitos y el resultado que se desea obtener. Así, ayudamos al paciente a tomar una decisión consciente y que se adapte lo mejor posible a sus necesidades.
Control de expectativas: en la consulta previa al tratamiento, el especialista explica detalladamente al paciente qué resultados puede esperar del tratamiento. Esto es muy importante para tener unas expectativas claras y realistas, así evitaremos confusiones o posibles decepciones posteriores.
Informar correctamente al paciente acerca del procedimiento: es muy importante que el paciente salga de la evaluación previa teniendo muy claro en qué consiste el procedimiento, posibles riesgos, efectos secundarios, cuidados antes y después del tratamiento o intervención…
Consentimiento informado: antes de realizar la intervención, el paciente debe dar este permiso, el cual significa que ha comprendido los riesgos, los beneficios del procedimiento y en qué consiste.
La consulta médica previa antes de un tratamiento o intervención es el momento idóneo para considerar distintas opciones, debatir con el especialista, ser claros con los resultados que esperamos obtener… Es crucial para aclarar cualquier duda o preocupación y además, garantiza la futura satisfacción del cliente.